La dueña de casa declaró: “me vinieron a buscar a eso de las 20 para pasar el fin de año en Pueblo Esther. Cuando volvimos a eso de las 15, mi cuñada me dijo que estaba la puerta abierta. Cuando entramos encontramos todo revuelto y vimos que nos faltaban dos garrafas, el grabador, una bicicleta, la máquina de hacer pastas, el ventilador y $350.000 que tenía como ahorro. Se llevaron también las bebidas que teníamos para festejar”.
“Desde mi casa no pude ver nada. Me había puesto contenta porque había dejado las luces encendidas pensando que eso podía hacer que los ladrones no se animen a entrar pero entraron igual”, dijo una familiar.
“Vino la policía, tomaron datos, me pidieron que no tocara nada porque iba a venir la policía científica, ya que vieron que había sangre. Se ve que se cortaron con algún vidrio que rompieron de la puerta al forzarla. También quisieron entrar por la otra ventana pero no pudieron”, comentó la damnificada.