Una modalidad de robo que no se detiene en nuestra provincia y de la que, obviamente, no está exenta nuestra ciudad es la de las denominadas “mecheras”. Se trata de dos o más personas, que, mientras una de ellas entretiene al vendedor o vendedora, la otra, se lleva, en su bolso o mochila, lo que puede introducir en él. Terminan por no comprar nada, pero sí obtienen pingües ganancias al robar.
Es lo que le ocurrió a Georgina, del local de calle Belgrano al 500 de nuestra ciudad, a pasitos del palacio municipal y en la misma manzana donde funciona la Seccional Nº 27.
La propia damnificada relató la infausta experiencia: “Entraron dos mecheras, queriendo medirse ropa, te van haciendo el cuento, te marean, cuando te diste cuenta, se van llevando ropa en algún bolso que tienen. Una de ellas lo llevaba y mi consejo es que no hagan entrar en las tiendas con bolsos, se meten en los probadores y se llevan lo que pueden. A mí me llevaron 4 o 5 jeans de hombres talle 48 seguro, porque la pila estaba más alta y ahora veo que no. Son muy astutas y se pudieron haber llevado algo más”.
La vendedora dio detalles de la fisonomía de las mujeres: “Eran madre e hija, de cabello negro las dos y atado con colita, de contextura normal, ni muy gordas ni muy flacas. Una tenía una calza y una remera con brillitos y la otra no recuerdo pero estaban vestidas parecidas. Eran morochas. Llevaban unos bolsos grandes tipo cartera, con cierres. Quizás tienen cómplices, que trabajan todos juntos, entran para distraerte y te roban las otras”.
Si ven a mujeres con esas características, que pueden ir descartando ropa en algún vehículo, se ruega dar parte inmediatamente a la policía.